marzo 19, 2012

Honrosamente humana


Quizá peque de optimista, pero a pesar de las incontables y absurdas guerras, el hambre, la avaricia que vive a diario la raza a la que pertenezco, sin dudarlo extrañaría que desapareciese del planeta por siempre.

Puedo ser tachada de ilusa, pero sigo creyendo en la humanidad, y algo que me alienta es que a diario veo una luz en los pequeños grandes seres humanos con quienes dialogo y comparto.

A veces pienso que la humanidad será atacada por algún virus mortal y nos iremos extinguiendo uno a uno; cuánta tristeza me dará ver las calles desiertas, las páginas de la literatura universal empolillada, un Heráclito olvidado en lo más oscuro, la gloria y la virtud de un Che ignorada, siglos de lucha por una emancipación del tirano desdibujándose, diluyéndose en la nada; pero también las hazañas de toda una generación de músicos ingleses, me dolería en el corazón toda la música, una música que sería silenciada, unos Clash que no protestan, una Salsa caribeña que no baila, un Miles Davis que no nos hace sentir sofisticados (¿verdad Brando?), un flamenco que no alza la cabeza altivo y sensual, un Bad Religion que no nos hace pensar en la porquería-sublime del mundo de hoy, un Tomorrow never knows que está sobrio, un Zepellin sin distorsión, una cumbia chilanga que no da vueltas, que no alburea con su simple vaivén, una guitarra sucia de unos Strokes que ya no suenan.

Me dolerían todas esas historias que quedaron en el olvido, las curiosidades humanas, los fabulosos cuentos de Cortazar, el tiempo que se dibuja y se desdibuja en Borges, los heroismos anónimos, las grandes historias de amor que no serán, la sorpresa que se trasluce en los ojos de los niños, la carcajada, la camaradería, el abrazo fraterno.

A quién heredaremos la barbarie que venimos arrastrando, el arte, la mentira, la lealtad, el cinismo, la ciencia, los grandes inventos, la basura, las buenas formas, el albur, la bellísima expresión tan nuestra de "chingar"; lo más humano, nuestras historias, lo imposible hecho posible, estas monstruosas ganas de vivir y de ser y hacer en tantas dimensiones y tiempos y espacios y posibilidades que este suspiro de vida nos nos alcanza, !porque la vida misma está por las nubes!, esas gloriosas dimensiones que proyectamos en Casablanca, Citizen Kane, Cinema Paradiso, La ilusión viaja en tranvía, Delicatessen, Viridiana, Gone with the wind, City lights, Psicosis, Space Oddisey y me falta memoria para recordar.

Cómo serán los ojos que presencien por última vez alguna calle de algún lugar, cuál será la última fragancia apreciada por alguien, a qué sabrán las lágrimas de un rostro henchido de nostalgia por ver la última puesta de sol, el último fulgor lunar, la última lluvia fresca, el último sonido del mar, la última copa de vino, los últimos acordes, el último sentir que nos dan las letras de una poesía, cuando nos acaricia el espíritu creyendo entenderlo todo y comprender el significado del universo.

¿Cuál será la última palabra emitida por la última persona que presencie el adiós a la humanidad?, qué se escucha de este bello lenguaje que nos tejió, nos deshilo, nos abrazó, nos hizo temblar de llanto, nos contagió de risa, de espanto, de cientos de historias que nos enchinan la piel.

¿Qué canción entonará desesperad@ aquel espíritu afligido por ser el último eslabón-acorde de esta cajita musical o espíritu danzante y carcajada profunda por decirle adiós a este chiste universal?

Y sí... quizá en mi tumba rece: "Aquí yace una optimista", pero a pesar de toda la mierda, honrosamente humana.

1 comentario:

gabrielaq dijo...

Me diste tema para un cuento.
Gracias.
Si fuera la última creo que cantaría If I were a rich man del violinista en el tejado y mis últimas palabras serían "a la verga, me quedé sola".
Mi amiga Erika está embarazada y me alegro y hace día pensaba escribirle una carta a ese bebe diciendole que a pesar de todo lo que va a conocer el mundo no es tan mierda como parece que aun hay muchas cosas por las que vale la pena vivir.
te extraño