agosto 31, 2018

!Feliz para siempre!

Sentirme libre, dueña de mí, ligera,
que la vida prometa,
estar rodeada de playa,
noches tranquilas, noches de vino,
tardes en las que el café y las letras sean el puente entre la gente,
poesía todos los días,
la filosofía !oh la filosofía!,
excursiones,
cine clásico,
compañía de mi madre, de mi hermano,
compañía que pueda amar,
castañuelas,
belleza,
placer
y siesta.

Existencialismo de tarde II

Los rayos de sol de millones de absurdos años, planeta azul dando vueltas en un círculo que no tiene final.
Imperios emergen y caen, guerras atroces que no dejan ninguna moraleja, misma historia de sangre  y huesos sembrando la verdadera historia de horror que nadie escribe.

Nacemos, soñamos, pequeñas creaturas insulsas, pequeños gusanos de esperanza que en un guiño divino desaparecen, a veces sin dejar rastro.

Pobre raza humana sin sentido, !nunca supo a lo que vino!


Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
Y el hombre sí te sufre: ¡el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado...
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios mío, y esta noche sorda, oscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

Vallejo.

12 de Junio 2018

Ella tenía miedo, miedo de fallar, de cerrar ese capítulo, de presentar ese examen que le habría de decir adiós a esa gran ciudad que le dio tanto.

Miriam sabía y sentía que en el momento en que le dijeran:

"Felicidades, aprobada por unanimidad", se volvería un mar de lágrimas y quizá hasta vomitaría de la emoción, esa fecha es el 12 de junio de este año.

!Que sea lo que tenga que ser!

!Buen viaje Miriam!

A una transeúnte

Hay un poema de Baudelaire llamado "A una transeúnte", fue escrito en el siglo XIX y se trata de cómo dos personas se miran y se alejan, se pierden entre la muchedumbre:


La calle atronadora aullaba en torno mío.
Alta, esbelta, enlutada, con un dolor de reina
Una dama pasó, que con gesto fastuoso
Recogía, oscilantes, las vueltas de sus velos.

Agilísima y noble, con dos piernas marmóreas.
De súbito bebí, con crispación de loco.
Y en su mirada lívida, centro de mil tomados,
El placer que aniquila, la miel paralizante.

Un relámpago. Noche. Fugitiva belleza
Cuya mirada me hizo, de un golpe, renacer.
¿Salvo en la eternidad, no he de verte jamás?

¡En todo caso lejos, ya tarde, tal vez nunca!
Que no sé a dónde huiste, ni sospechas mi ruta,
¡Tú a quien hubiese amado. Oh tú, que lo supiste! 

!Y me da un sentimiento!

!Oh tú a quien hubiese amado!

Hubo un momento de mi vida en que estuve enamorada de una voz, me decía "flequitos", le cantaba, le contaba mi día, un día esa voz se apagó para siempre.

agosto 14, 2018

Tlacoyitos

Hace algunos instantes reflexionaba sobre la palabra "tlacoyo", mejor aún "tlacoyito" y recordaba cuánto disfruto escucharla (más con acento chilango), de qué modo tan sutil la lengua hace lo suyo al pronunciarla y al emitir ese bello sonido algo sucede, desemboca una caricia en el oído, el tiempo y el espacio se suspenden, por brevísimos segundos en el mundo reina la hermandad.

A veces voy a comer tlacoyitos nada más con el fin de pronunciar: "oiga me da una orden de tlacoyitos porfi"

"Tlacoyito"...un mantra de buena vibra y sabor.