INVISIBLE
24 años, 15 años, 12 años,
y se han ido,
con dolo, con tortura,
se han ido;
tener 35,
sentir que la he librado.
Soy morra que va de raite,
a pesar de la mierda,
me resisto,
y voy de raite,
a tener miedo
me resisto
y creo en la gente,
a vivir el horror,
me resisto
y veo a los ojos.
Otra realidad,
incontables
"se busca",
"desaparecida"
"¿la has visto?"
"llevaba blusa negra,
ojos cafés, tatuaje en flor"...
La sensación de muerte es absoluta.
Voy en el metro,
en la ruta,
veo modos de amar
que aprietan, que ahogan,
que posiblemente matan,
"allá al fondo está la muerte",
decía un poeta,
vagina, senos, carne, satisfacción,
"se me antojó", "traía falda",
"nadie la iba a reclamar"
"encontrada en una bolsa de basura"
"lo provocó", "le encantaba andar de puta,
que muriera como tal".
¿Y el verano, las nubes, el mango?
¿y la lluvia, el arcoiris, la tarde?
¿Y los suspiros no dados?
¿Y la poesía no sentida?
!No lanzaré una hija a un mundo como este!,
que conmigo fenezca mi raza,
que conmigo se extinga el dolor.
VISIBLE
No nos enseñan a amar con dignidad,
pero sí a llorar, a ser invisibles,
a despreciarnos sin un otro que
apruebe nuestro cuerpo,
que arrope nuestro ser.
Quiero un amar libre,
que mis niñas lo sepan,
que conozcan el arte,
la filosofía, la poesía,
que tomen decisiones,
que sepan que en ellas hay un universo,
y si una hermana no entiende otros modos de amar,
!escucha!, dile que hay danza,
que hay poesía y que salva vidas,
de quien no puede ser sin esa mirada masculina
que nos viste, nos desviste, nos embiste
y nos dice si somos bellas o gordas o putas.
Todas llevamos cicatrices,
las de Claudia, las de Justina, las de Ana,
en este mismo día 7 de marzo de 2018,
Fabiola, Playa del Tambor, Navolato, 24 años...
y otra vez, !la sensación de muerte es absoluta!
Queremos soñar,
tener una voz,
dormir en paz,
crear nuestros senderos,
saborear la piña, la canela,
sentir el viento,
vivir la noche,
oler el fuego.
!Pero muchas no soñarán!,
ni tendrán una voz,
ni la canela, ni el viento.
Porque "se buscan", o "se buscarán",
unas en junio, otras en agosto, más el mismo agosto
que ya no es de flores, sino de luto,
una se llamará Julia, una Miriam, una Priscilla, una Nidia,
otra será amiga de la amiga de la amiga,
otra será amiga de la amiga,
otra nuestra amiga,
otra tal vez yo.
Y hoy escribo para
denunciar, para resistir,
volver visible lo invisible,
desnormalizar la norma,
hasta dar con la mujer
que se perdió
en esta pesadilla
que nos violenta,
y nos lleva a la fosa común del olvido.
!Nosotras somos nuestras!,
de barro, de adobe, de mármol,
pero nuestras.
!No dejemos que vacíen nuestros cuerpos!,
!ni que una idea nos tome por rehén!
El camino es largo,
hay que vencernos a diario,
vencer el horror, apagar el silencio,
encender el grito, activar la rabia.
Y hoy escribo no para buscar belleza,
sino para dar un grito de un modo en el que creo,
para emitir un reclamo que no acaba,
porque hay algo en mí que revienta
y necesita de palabras.
La poesía no debería ser-para-la-muerte,
sino para desdoblar la realidad en
otros mundos posibles y más flores,
la poesía debería ser-para-la-vida.
Estoy segura que vendrán tiempos en que las calles serán nuestras,
la noche también, nuestros los NO y de nosotras el derecho,
la elección y la construcción de la mujer que queremos ser.
!A cada paso!
!En cada palabra!
!En cada acto!
!En cada respuesta!
!Sea nuestra lucha siempre!