julio 24, 2017

El recuento del festejo


Muchas gracias a todos por sus detalles de cariño frente a la celebración de mi existencia, me siento muy feliz y plena ante los festejos consumados. Puedo decir que en mi cumpleaños bailé y se bailaron todos estos géneros:


Cumbia, salsa, samba, son jarocho, flamenco, cumbia colombiana, reguetón, post-punk, gótico !y hasta vals!!! 

Gracias roomie-amora-amiga-esposa-hermana Pilus por todos tus festejos y amor, y mis queridos amigos y amigas Mariana, Beto, Pajarito, Li-Bo.

!Shava de mi corazón! y mi Paquis y Maribel... gracias por festejancia tan grande, tan divertida, tan bien-quién-sabe-cómo...por mi pashtelito con velas mágicas.

!Gracias Jícama por pastel tan delicioso!
!Gracias Vale por serenata de son jarocho tan hermosa!
!Paco, Jícama, Pilus! gracias por sus cantos.

!Gracias mami y don Jo! por cantarme y despertarme con cariños, por apoyarme en ir a Tj...

!Gracias hermano y cuñis y Shina! por quererme.

!Gracias Citlali, Geos, Pilus, Mimí! por Under tan chido y por pijamada tan emotiva.

Mi pecho descansa contento por haber vivido ya el 34% de mi vida y por estar donde quiero estar (voy por los 104 años y correr mis maratones de viejita punk de pelo rosa con short de lentejuelas).

!Viva la vida!

julio 07, 2017

Triste

Que quizá seamos la única civilización en el universo, vacío de vida, silencioso, sin luces ni soles ni historias en lo más alejado.

Que quiero cantar todo el tiempo... y lo hago, pero mientras camino mi voz se va apagando porque no hay un oído.

Que quizá seamos la primera civilización del universo y no nos va a tocar conocer a las futuras formas de vida cuando hayamos cruzado los umbrales de la galaxia.

Que los griegos creían que eran una gran civilización y el futuro del mundo, y hoy son un recuerdo (aunque muy influyente).

Que no hay un mañana, no un pasado, si nos quedamos despiertos no reconocemos el tiempo. Nada más es una sucesión de eventos que son ordenados por el humano.

Que la vida es una nada más, y toda la mística humana puede acabar por un tonto accidente.

Recordar que somos secreciones y órganos blandos, con sangre y agua, con mocos y caca.

Que las lejanías a veces duelen, pero luego si estoy allá, esto que ya viví se vuelve lejanía y también duele.

Que toda la responsabilidad de crear sentidos en la vida es nuestra, y si nos descuidamos un poco, esos sentidos caen, se desdoblan, se desencadenan, fenecen. 

Que escucho mi voz, y la reconozco como una voz blanda, alegre, cantadora, dulce tal vez, pero sumergida en la fantasía, por lo tanto eso no me hace real.

Que el cuento se acabó, vivo en la post-narrativa, esperando que algo suceda...pero no sucede nada porque ya me sé el final.