Todos los días al llegar a mi casa saludo a María, a veces le canto una canción, puede ser:
María .. María.. te quiero todavía...
Linda María.. !quiéreme!...
María la del barrio sooooy....
etc.
Le hago cosas... la empujo, la quiero, soy brusca con ella... su belleza me hace querer apachurrarla.. (perdón Karina) ;D
He descubierto un nuevo mundo de gatos...
También que soy humana y que quizá, sólo quizá, poseo un alma y me intereso por otras creaturas.
En ocasiones le he dado comida y le sirvo sabroso, llenadero..., y he permitido que tome agua de mi vaso... no le tengo asco.
María me quiere, por las mañanas me saluda, se acuesta en mi cama, juega conmigo y se esconde, al jugar luchitas termino rasguñada y no me importa.
Pienso que por fin soy tía, no siento esa conexión con rufless o chanel, los hijos-perros de mi hermano y cuñada (aunque también los quiero mucho), pero tal vez sea porque antes no tenía alma que amara a un animal.
Estos son los cariños que le hago a María: cosilllaaaa bonilla, aaaayy qué hermosooooda, tan peshoshoa, tan hedmosha, tan chulaaaa... aayyy qué coooosas.
Gracias María por ser hermosa y deleitarme con tu belleza cada mañana.