febrero 27, 2022

Niña migrante

Van y vienen,
se cansan, meditan,
no tienen a dónde ir,
se desvanecen con los piecitos rotos,
fallecen ante la espera de nada,
no hay horizonte por alcanzar.

En el centro de la plaza 
hay una ventana sucia,
ellas asoman adentro,
no hay lecho donde soñar,
ellas asoman afuera,
no hay patio donde jugar.

En la tierra que era nuestra
ahora solo hay edificios 
y un tiempo ajeno 
a la lluvia y al viento.

Ave encendida,
no soporta la jaula de esta vida,
¿cuántas historias son las que han callado,
aquellas niñas que hemos olvidado?

Y hay quien jamás se rinde,
va a su paso,
carita sucia,
de cara a la muerte,
recorriendo esquinas,
frente a los semáforos, .
 
Hay otras que con su barro y fatiga
le sonríen al camino
sacudiéndose el polvo
y esperando su destino.

¡No hay lenguaje más que la poesía!
para esas sombras que no descansan,
seguro las has visto en las veredas,
buscando con rabia la esperanza.

¡En memoria de todas las peregrinas que se han quedado en el camino!

febrero 25, 2022

A ti, Padre, por siempre (poesía fúnebre)

Querido padre, 

Hace 21 años de tu ausencia, y el consuelo jamás llegó, habría querido tener más sabiduría para abrazarte desde que nací, pero no, te fuiste a las estrellas como un ave encendida que no soporta la jaula de este mundo transitorio y absurdo, tejiste puentes etéreos y gráciles de la tierra a aquel remanso de paz en soledad, donde te encuentras extasiado sintiendo la música, ¡mi melómano favorito! y sembraste un hilo fino por donde yo sí puedo cruzar. 

A veces, en mis sueños, te visito, no te hablo ni te molesto de esa eterna contemplación en que mueres feliz, solo te observo, cruzo mis brazos y veo tu alma palpitar en comunión con los cantos de los ángeles, y sonrío, después regreso en calma y con consuelo a este mundo terrenal, para sentir que sí hay esperanza, que las flores y la luna siguen siendo la pantalla cósmica por la cual vale la pena respirar y entonces agradezco ser tu hija, que tus raíces de roble viejo sean mis pies, y continuar con esta vida terriblemente hermosa. 

Últimas palabras

¡Gracias, mundo resquebrajado y ruin!

Me tocó nacer,
me tocó vivir,
experimentar, crear,
ser diosa de mis mundos de palabras.

Conocí el amor, la añoranza,
la profunda melancolía y la rebelión a ultranza.

Ya se viene el fin,
solo tengo un corazón rebosante que agradece,
incluso, la desgracia.

febrero 24, 2022

Carta a mi dueño

Cuernavaca, Morelos, a 24 de febrero de 2022.


Miriam Ibarra

Directora y dueña de todos los objetos de esta casa

P r e s e n t e.


Me dirijo amablemente a usted para presentar una queja. Mi nombre es chancla, y ya de por sí este mote escandaloso y poco elegante poco me complace, para además pertenecer al subgénero nauseabundo y repulsivo de los crocs; no obstante, acepto con estoicismo mi condición de cosa fea, pero me rehúso a ser sucia y olvidada.

Ya han pasado varios meses desde que me usó, yo tenía la promesa de ser útil y dignificar mi vida con el trabajo; empero estoy recluida bajo las rejas del claustro del clóset y no me he movido desde el verano pasado, aunado a ello, la última vez que trabajé, usted torpemente me abalanzó sobre las heces fecales de sus perros, por lo que me siento deshonrada e indigna.

Sepa que estoy arrugándome y consumiéndome en esta lóbrega soledad, mi hueso sacro y la ciática han comenzado a molestar. No soporto ver cómo las pantuflas de conejo sí son paseadas por el patio, por la terraza, mientras vivo esclavizada al frío callejón de este armario.

Me despido buscando un poco de consuelo aunque sea en una ida al mercado. Espero que mi petición sea atendida.


A T E N T A M E N T E 


Una chancla croc repulsiva y olvidada


C.c.p. - Archivo.

Soneto al punto más oscuro de la noche

¿Habrá momento en que la luna cante?,
¿cuántas historias son las que han callado,
aquellos seres sabios y olvidados?
¿es necesario que la lluvia pare?

¿Es la nostalgia a veces moribunda?
¿hoy las estrellas tienen esperanza
de un sol que en la mañana ríe y danza?
¿es la alegría a veces taciturna?

¿Es la poesía dulce como un niño?
¿va destruyendo y crea nuevos mundos?
¿es una diosa que nos lanza un guiño?

¿Por qué los hombres juegan a matarse?
¿es que las balas destruyen sus entrañas?
¿es que este mundo desea transformarse?


YO SOY LA RAE

Mo-rreir- (infinitivo): el acto de desaparecer en la cúspide de la gloria de la vida.


Mu-riendo-  Gerundio, es el acto de retirarse a tiempo, el momento en que un ser se sabe glorioso y ha llegado a la fortuna de la vida, y se retira en un júbilo y jolgorio que no requiere de nada más, todo lo logró, todo lo alcanzó. Por eso ahora puede mo-reír en paz.

El crepúsculo de las diosas

Soy la última de las diosas, una raza de gigantes que fue involucionando a mariposa, creo que algunos le llamarán involución, yo le llamo evolución, cansada de ser eterna, espero con ansia convertirme en oruga y experimentar al ser más ínfimo de esta tierra, para desaparecer para siempre.

No hay mayor libertad que la nada, no hay mayor respiro que el último, no hay mayor alegría que el último llanto.

Desde la luna en mi silla de playa

Contemplo extasiada el planeta azul, va a otro ritmo, uno que nunca viví por creerle a los horarios de locura de sistemas insensatos que motorizaban la tierra. Hoy estoy aquí, en el retiro absoluto de conciencia y veo perfectamente el pistilo de las flores, los vientos lentísimos de los desiertos que conectan con el inicio de los tiempos, el oro resplandeciente de trigos que se mecen en otoño, la contemplación de un viejo sabio eremita que lo entendió todo y guardó silencio.

Escucho las leyendas, los mitos y veo la palabra concentrada entre fuegos sigilosos que aparecen y desaparecen en rondas de tribus olvidadas. Veo aves en bandada que surcan los cielos en una algarabía que canta, van a su ritmo: libre, frágil, despreocupado. Veo la selva y sus historias aconteciendo, veo una asombrosa comunidad de simios riendo, veo un lince que está por extinguirse y con sus ojos de flama mira hacia el cielo, como despidiéndose. 

Entonces, cierro mi silla de playa, entro al tobogán interminable de mis sueños y amanece otra vez. 


Etopeya de la tierra (bff)

La tierra es mi mejor amiga. 

Es una diva y vieja sabia que ha transitado desiertos, valles y montañas dejando rastro de su huella siempre florecida.  

La tierra es mi mejor amiga, bailarina de ballet que gira sobre su propio eje todo el año, y entre sus gracias, danza un vals alrededor del sol. En esa danza se viste de gala con su vestido oscuro como el fondo del mar y olanes de sal y arena que suenan al pasar. 

La tierra es una dama que bebe el té con su vecina, la luna, y charlan de albas de siglos ya polvosos, con su memoria de estrellas, recuerdan colores jamás nombrados y vistos solo un instante, hacen memoria de esos primeros olores de la civilización, cuando la sombra negra de la bipartición del átomo se tragó los futuros posibles. 

Entonces se entristece, se acuerda que es la tierra y siempre siempre florecerá.


febrero 23, 2022

N1. Desarmándome

Una vieja nostalgia me carcome,
aparezco en el infierno,
me resisto al abandono,
hoy no hay pena que no asome.

No hay lenguaje más que la poesía,
mi boca fue arrancada por su beso,
no me expía ningún avemaría 
esta alma taciturna en rezo.

Notas tristes laceran mi sustancia,
no encuentro su gravedad de voz,
el mundo me parece una galaxia,
no encuentro su grito y es atroz.

Quisiera ser un alma en pena,
para alcanzar a vislumbrar sus pasos,
aparecer cuando la luna llena,
llene de luz y me devuelva sus abrazos.

Hablo a la nada cuando le recuerdo,
ni luz ni sol, tan solo fue una sombra,
que apareció al fondo de mis sueños,
en dolorosa despedida diurna.