Carlota III era bisnieta de la reina Isabel, pero renunció al protocolo porque le gustaba andar en chanclas e ir en pijamas y crocs al Oxxo.
Como su bebida era la cheve, siempre tuvo pancita y los corsettes no eran lo suyo. Le encantaba andar en vespa y no quería tener hijos ni casarse. Era anarquista, jamás creyó que era de sangre azul y se burlaba de todos los títulos nobiliarios.
Su familia le heredó un castillo en Irlanda y lo hizo Okupa, donde regalaba comida vegana y croquetas para perritos, hacía talleres de macramé para devolver a la comunidad un poco de lo que su familia había robado.
Se cambió el nombre por el de "Yolanda a secas". El título lo subastó para ella misma comprarlo y regalárselo a un vagabundo.