Podredumbre, ácido sabor entre mis labios, quisiera correr a darle una mordida a ese cerebro, pero no coordino, soy torpe.
¡Qué hambre tengo!, ni modo, o ellos o yo, diría que al comer sus dulces cerebros estaré a salvo, pero ya estoy muerto.
Soy un animal, mi único destino es tragar cerebros de gente tonta, mediocre, destinada a vidas aburridas, ¿será que eso afecte mi inteligencia?, solo soy torpe, no dije que tonto.
Y si me como el cerebro de Einstein, ¿será que me dará súper poderes?
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