Que quede constancia de que la humanidad fue una especie muy particular.
En esta última página quiero hablar de lo bueno.
Alguna vez luchamos hasta perder la vida por un ideal: la libertad;
alguna vez hicimos arte porque quisimos trascender,
alguna vez escribimos poesía por un amor apasionado,
alguna vez compusimos partituras que representaron un sentimiento profundo,
alguna vez construimos templos dedicados a un dios,
alguna vez danzamos desdoblando nuestro cuerpo en movimientos que jamás creímos fueran posibles,
alguna vez creímos en la compasión por los animales y eran nuestros amigos,
alguna vez hicimos cine retratando los parajes más recónditos de la imaginación,
alguna vez creímos en la gente y pedíamos raite,
alguna vez cantamos sin preocuparnos por un mañana y todo valió la pena.
¡Que quede constancia!
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