Han sido universos de silencio, el motor inmóvil ha despertado debido a una falla del sistema, la clásica: "si hay un principio, debe haber un final". Despertar es un principio, así que despertar constituye el inminente final.
¡Pobre Dios!, condenado desde el primer suspiro.
Lo veo temblando, mares de sudor y miedo escurren por su ahora existencia, se sabe el elegido y como creador creado él tiembla, porque entiende el efecto mariposa que aguarda la hecatombe.
Un Dios condenado al sinsentido de la florida y estrepitosa destrucción, millones de años, ¿para qué?...
....pero, y ¿quién soy yo?, ¿quién me narra a mí y quién narra a ese narrador?, un abismo de espejos, han sido universos, dice que han sido universos, dice que dice que han sido universos.
Entonces Miriam comenzaría a escribir: "Han sido universos"
¿Y yo quién soy?
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