Ella quiere pan, está sola, por ahí se escucha ¡pobre mugrosa!;
tan sólo cinco años, de hambre, de rechazo, ¡vida maldita!
Inanición, un número más para el padrón ¡vida asquerosa!
tan sólo cinco años y el mundo entero contra esa pequeñita.
Vuelo interrumpido que la tarde añora,
llovizna que no cesa, angustia azul, sombra que llora;
una vida se dispersa en restos, cenizas, dolor,
glacial tierra de panteón, fosa común, ficción de amor.
Niña de ojos cerrados, estrella extinta, juventud perdida,
Niña que grita ¡miedo y horror!, risa afligida.
cenizas de adioses, nunca tuvo hogar,
en esta tierra ya no hay cordura, nunca tuvo lugar.
Esta fue su historia, muerte de tarde, muerte cualquiera,
nadie lo sabe, a pocos importa cuán bella era;
no se escucha más esa vocecita,
Un brillo más que la ciudad nos quita.
1 comentario:
Tienes razon.La poesia es luz, pero...sin embargo eso no deja de ser horrible...me gusto lo que escribiste..:)
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