abril 28, 2014

Ciclos

Falsa idea de eternidad,
mito cristiano,
somos inicio y final,
y el final nos arrastra
para renacer.

No hay vida extinta,
porque un día fuimos,
y lo que fuimos siempre seremos,
ningún final podrá borrarlo.

La memoria erige la vida,
neurona a neurona
tomadas de la mano,
hasta la implosión primera,
hasta la explosión que nos dio la conciencia.

La arena despiadada cae,
inquieta, nació para ello,
¿para qué nací yo?

El agua es toda la que siempre ha habido,
yo soy agua y siempre he estado,
después mi agua volverá a condensarse,
me haré vapor,
me precipitaré
y seré lágrima de otro cuerpo,
de un elefante,
de un camello,
seré la lluvia,
seré un riachuelo,
seré brisa de ola,
seré agua en calma del mar muerto,
seré agua caótica,
energía, decibel, armonía, nota,
escalaré por tus oídos,
me haré recuerdo,
pensamiento, acción,
cambiaré la historia,
me haré revolución.

La vida avanza
y con ella la historia,
la misma que escribió
"la vida avanza" ya no soy,
ya no somos,
pero en el recuerdo
siempre seremos,
en ese espacio sagrado del tiempo,
donde caminamos juntos,
reímos juntos,
cantamos juntos,
fuimos juntos.

El mismo rayo de sol nos calidecía,
la misma música nos estremecía,
el precioso cotidiano nos abrazaba
y el amarillo que recubre lo bello
era nada más nuestro.

Y el largo y precioso y perfecto día
se transformó en noche, luego en alba,
pero su sustancia soleada, infantil y dichosa
jamás perecerá,
porque nos conforma
y siempre nos recordará quiénes fuimos
y somos.

El adiós no lo es,
porque no te vas ni me voy,
aquí estoy.

abril 15, 2014

Condición nuestra

Ojos repletos, esperando verlo todo, 
ojos que contienen al universo entero.

Nariz desarraigada, salvaje,
por donde entra la vida 
en pequeñas gotas de verde.

Boca que es puente de historias,
recinto húmedo que emite
queja, canto y poesía;
abismo cálido 
donde se erigen los besos,
desde el fondo de la entraña
que teje pulso y sentimiento.

Oreja que bebe a sorbos las notas,
receptáculo de sentires viejos,
tránsito de guitarra, piano, 
de añoranzas, de tragedias.

Manos desbocadas
queriendo tocarlo todo
antes de partir,
manos con líneas del destino
desdibujadas a puño abierto,
sangriento, digno...
en un round con la vida.

Gesto ingenuo,
gesto de horror,
gesto de embeleso,
gesto de frío,
de hartazgo,
de queja,
de fiesta,
de amor.

Voz que es canción,
a veces melodiosa,
a veces nefasta,
al fin voz nuestra,
de todo lo que somos
y seremos.

Pies andantes,
que se quedan,
retroceden,
y dan saltos,
pies que dudan
y se paralizan.

Y así vamos paso a paso,
aprendiéndonos,
descubriéndonos,
queriendo entender
lo que somos,
a veces todo tan sencillo,
a veces todo tan complejo,
perseguidos por el tiempo
hasta el fin de nuestros días.